La contabilidad es la piedra angular de cualquier modelo de negocio. Aunque la lógica de la prioridad nos conduzca a pensar que los resultados se medirán en horas de dedicación, los avances tecnológicos permiten desarrollar todas las tareas de contabilidad de forma automatizada, de modo que el equipo puede centrarse en otros cometidos que retornen rentabilidad y eficiencia a la empresa.

En un contexto en el que Internet es ya la principal fuente de información global, desestimar su gran potencial de comunicación supone para la empresa dar la espalda a nuevos mercados e impedir estrechar lazos con sus actuales clientes.

La contabilidad en ocasiones es vista como el patito feo de la empresa – estorba y se intenta quitar de en medio cuánto antes y a última hora- No se repara en que de su correcta gestión depende la capacidad de previsión de la empresa, o lo que es lo mismo, su supervivencia. Dada su condición vertebral, confiar en un software de contabilidad para su manejo es la mejor opción, en especial, para las asesorías que realizan estos trámites para un gran volumen de clientes.

La búsqueda de rentabilidad de un negocio no solo pasa por ganar cuota de mercado o reducir costes, también requiere centrar los esfuerzos en hacer más eficiente el gasto. Aunque en el corto plazo las estrategias encaminadas a este último objetivo no den resultados inmediatos, son las que generan una verdadera ventaja competitiva sostenida en el tiempo.

¿Sigues calentando la leche del café a fuego lento? Lo más probable es que hace muchos años el microondas haya sustituido esta labor, ahorrándote el tiempo que te falta para otras tareas. En el mundo de la empresa ocurre lo mismo. La adopción progresiva de innovaciones tecnológicas permite a la organización automatizar y agilizar procesos para centrarse en acciones que mejoran la productividad y revierten en mayor eficiencia para la empresa.  Entre ellas, se encuentran los softwares o aplicaciones contables.